Comunicado de la gran coalición a la opinión pública

Comunicado de la gran coalición a la opinión pública

Los trabajadores de la salud continúan protestando, buscando dignificar su trabajo con formalización laboral y elementos de bioseguridad que eviten que se sigan infectando y muriendo, elementos de protección personal que siguen siendo asumidos en su mayoría con sus propios recursos. Al día de hoy ya se tienen 1055 profesionales de salud contagiados.

Los Profesionales y Trabajadores de salud están engrosando las cifras de desempleo, están siendo despedidos durante la pandemia porque su contrato nunca les garantizó estabilidad laboral, sin ingresos, desprotegidos ellos y sus familias.

El sistema nunca ha reconocido su valor como pilar fundamental de la sociedad, los ha maltratado, sus vidas han sido convertidas en angustia diaria e incertidumbre y actualmente no son tenidos en cuenta para apoyar en la construcción conjunta entre el Estado y los Trabajadores de la salud, se legisla y toman decisiones sobre ellos, sin escuchar sus voces.

Los trabajadores de la salud que están protestando hoy, son la voz viva de los que se encuentran en la prestación de servicios de manera directa y permanente enfrentándose al COVID-19, arriesgando sus vidas y que no pueden salir de sus sitios de trabajo por estar cumpliendo con su deber moral, social y profesional.

Todos los trabajadores de la salud que salen a ser esa voz silenciada durante este plantón, informan a la comunidad que se cuidan y por eso cuidan de los que cuidan, cumpliendo con protocolos estrictos de bioseguridad, mismos que usa cualquier ciudadano que está en este momento cumpliendo con el levantamiento del aislamiento y de salida laboral inteligente. No más estigmatización social, mediática y comunitaria. No tenemos garantías laborales, tampoco tenemos garantías sociales.

A muchos no les entregaron elementos de protección y han tenido que comprarlos por su cuenta y a pesar de sus bajos salarios o a pesar de que lleven meses sin recibirlo, para poder protegerse, proteger a los pacientes, a sus familias, por convicción, porque estudiaron para servir, porque trabajan con entrega y amor por los ciudadanos y construyen así un mejor país, por ellos salimos, porque hoy

¡TODOS somos UNO y si hoy afectan a UNO nos afectan a TODOS.!

Durante 27 años la rentabilidad del sistema se obtiene del trabajo del personal de salud, quienes han tenido que padecer contratos tercerizados, sin prestaciones sociales, sin derecho a vacaciones, sin derecho a incapacidades, esclavizados bajo condiciones laborales indignas, bajos salarios, sobrecarga de trabajo, jornadas extensas, que el mismo código sustantivo del trabajo condena, que violan las normas internacionales de la OIT.

Hoy no tienen como sostener a sus familias, no tienen posibilidad de alcanzar una pensión que asegure su vejez. Son perseguidos por abogados buscando hacer daño, se viola el debido proceso, destruyendo la vida del trabajador, sobrecarga laboral y sin derecho a protestar porque se están recibiendo amenazas de despidos injustos y llevando a que los profesionales se vean obligados a renuncias masivas.

¿En qué momento se convirtió en verdugos al sector que ofrece tanto de su vida por servir a los demás? Se sacrifica la familia, el tiempo, se expone la vida por los pacientes y se tiene derecho como todos los ciudadanos a reclamar condiciones de trabajo justas, dignas con formalización laboral, elementos de protección, régimen especial porque están expuestos a alto riesgo laboral y psico social, si nosotros no podemos dar desde nuestra condición profesional y laboral respuestas a todos esto, entonces ¿es válido exigir que el Estado sea quien dé garantías de estas condiciones?

 ¡COMUNICACIONES GRAN COALICIÓN ¡